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lunes, 9 de julio de 2018

Certeza jurídica rumbo a la etapa de validación de los comicios de 2018

9 de julio de 2018


Les comparto las palabras que pronuncié este 9 de julio de 2018 en el evento que quienes formamos parte de la Judicatura electoral nacional hemos denominado Certeza jurídica rumbo a la etapa de validación de los comicios de 2018.


El pasado primero de julio, las mexicanas y los mexicanos tuvimos una cita con la democracia, a la que acudimos en paz, en orden y con profundo entusiasmo.
Felicito y aplaudo a la ciudadanía, por ejercer su derecho al sufragio y asumir su responsabilidad de decidir el rumbo que desea para México. Al depositar su voto en las urnas, la ciudadanía refrendó su voluntad de vivir en un país de libertades y de paz. La jornada del primero de julio fue una verdadera fiesta ciudadana.

Como tribunales electorales es preciso expresar nuestro reconocimiento al Instituto Nacional Electoral y a los institutos electorales locales, quienes, durante meses, han trabajado para lograr condiciones adecuadas para el desarrollo de estos comicios. Su profesionalismo, su compromiso y el enorme trabajo desplegado permitieron celebrar la jornada comicial y computar sus resultados. Han estado a la altura de las exigencias de la sociedad y del momento que nos ha tocado vivir. Enhorabuena.

Nuestro reconocimiento es también, por supuesto, para todas las ciudadanas y todos los ciudadanos que se desempeñaron como funcionarios de casilla. Su conciencia y actitud cívica fueron fundamentales para el buen desarrollo y el éxito de los comicios.

En particular, lo que nos permite mirar firmemente al futuro es la participación ciudadana en esta jornada electoral. Casi 72 millones de personas han votado el pasado primero de julio, muchas de ellas después de haber esperado en largas filas para poder marcar su boleta, y 96 mil de ellas enviaron su voto desde el extranjero. 1 millón 400 mil personas trabajaron largas horas como funcionarios de casilla, responsables por su instalación, recepción y cómputo de los votos. Otros 2 millones 700 mil participaron como representantes ante las casillas y alrededor de 30 mil como observadores electorales.

El domingo primero de julio, la ciudadanía y las fuerzas políticas mostraron una madurez y convicción democrática ejemplar, estando a la altura del desafío. La participación y valores mostrados este día deben traducirse en el fortalecimiento de México, de nuestra democracia y de nuestro rol como ciudadanía activa, consciente y empoderada. Podemos, como sociedad organizada, asegurar que en esta jornada todas y todos hemos ganado.

Ahora, es responsabilidad de todas y todos mostrar el interés y la disposición para trabajar a favor de las instituciones democráticas, para que el espíritu ciudadano que nos caracterizó este primero de julio trascienda más allá de la jornada electoral y se vuelva algo cotidiano. La democracia no se agota en las elecciones, sino que, para ser fuerte, vigorosa y de calidad, debe permear a la cotidianeidad. El ejercicio democrático implica vigilar el ejercicio del poder público, exigir cuentas a quienes nos gobiernan, y trabajar día a día para incidir en los procesos de decisión de tal forma que sea considerada toda la diversidad de visiones sociales, y que configuremos una voluntad popular reflexiva e incluyente.

Como Sala Superior, confiamos en que después de esta jornada ejemplar, sigamos todas y todos a la altura de este desafío y llevemos la pasión que hemos mostrado en este proceso para las siguientes semanas, meses y años.

Posterior a la jornada electoral, los distintos órganos de las autoridades electorales han celebrado los cómputos que servirán de base para la definición de aquellas candidaturas que han de ser beneficiadas por el sufragio mayoritario y la asignación de cargos de primera minoría y de representación popular.

Ahora, empieza una nueva fase del proceso electoral, que es la revisión jurisdiccional de la calificación administrativa de los comicios, así como de la entrega de las constancias de mayoría o de asignación, según sea el caso.

Toca ahora a la justicia electoral resolver sobre la legalidad de aquellos comicios en los cuales exista inconformidad sobre la manera en que la elección se condujo, los resultados del cómputo respectivo o el incumplimiento de los requisitos de elegibilidad.

En el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación hacemos manifiesto nuestro reconocimiento a los tribunales electorales estatales. Estamos seguros de que, en esta fase, una vez más darán muestra de su profesionalismo, de su independencia y de su compromiso democrático.

Durante todo el proceso, los tribunales electorales —los estatales y el federal— hemos reforzado nuestros vínculos institucionales y hemos trabajado arduamente, para que la justicia electoral sea una sola. Juntos hemos fortalecido la capacitación y homologado la profesionalización de nuestros cuadros. Asimismo, hemos compartido las mejores prácticas procesales e institucionales, el conocimiento jurídico generado y los criterios jurisdiccionales adoptados por la actual magistratura de la Sala Superior de este Tribunal Electoral.

En la Sala Superior estamos convencidas y convencidos de que, mediante la actuación de los Tribunales Estatales Electorales, la justicia electoral se consolidará en todo el territorio nacional, como la vía para dirimir legal y pacíficamente la renovación de los órganos de gobierno a nivel local.

En lo que al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación corresponde, en esta etapa que comienza, las Salas Regionales atenderán las impugnaciones de los resultados de las elecciones del Congreso, que deberán quedar resueltas a principios de agosto, a fin de que —en los casos en los que proceda— la Sala Superior revise las decisiones adoptadas. El objetivo es que las y los nuevos representantes del Congreso de la Unión puedan tomar protesta de su encargo antes del inicio de la próxima Legislatura, que inicia en septiembre.

Por otra parte, es facultad exclusiva de la Sala Superior del Tribunal Electoral llevar a cabo el cómputo final de la elección presidencial, con el fin de emitir la declaración de validez de la elección y de presidente electo.

En esta etapa, el Tribunal trabajará de cara a la ciudadanía, para transparentar el proceso de toma de decisiones, en especial a través de las tecnologías de la información y la comunicación y a partir del modelo de justicia abierta. El objetivo es generar confianza a través de una mayor transparencia y —a partir de esta transparencia— rendir cuentas de la labor del Tribunal.

Quiero reiterar que, en todas las fases del proceso electoral, el Tribunal ha velado y velará por el pleno respeto de los principios constitucionales y las normas jurídicas que rigen los procesos electorales en nuestro país.

En la etapa que inicia ahora, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación garantizará una vez más los derechos político-electorales de las y los ciudadanos, especialmente su derecho a votar, protegiendo su libertad y el sentido de sus votos.

Quienes integramos la Judicatura electoral nacional enviamos a la ciudadanía el mensaje de que estamos unidos y preparados para garantizar certeza jurídica en la fase de validación de las elecciones federal y locales 2018.

Seremos independientes y neutrales. Seremos altamente profesionales y actuaremos en todo momento apegados a Derecho. No tenemos ni filias ni fobias con respecto a ningún actor o partido político. Nuestro deber es guiarnos exclusivamente por lo establecido en la ley y aplicarla a los casos concretos.

Finalmente, reitero a la ciudadanía mexicana que cuenta con un tribunal que garantizará, trabajando de manera imparcial y apegada a la Constitución y a Derecho, la legalidad de los comicios y el respeto a sus votos, que son y serán el único factor que determine los ganadores de esta contienda.

Refrendamos una vez más que nuestro compromiso es impartir justicia que dé certeza a la democracia y demostrar que en México el voto se respeta.

La democracia es la que permite que las cosas buenas sucedan y estamos seguras y seguros de que México tiene un gran futuro por esta vía, que es incluyente y en la que todas y todos cabemos.

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